domingo, 19 de noviembre de 2006

Gorjeos mecánicos

En las vacaciones que pasamos en Valle la Pascua, en la hacienda de los amigos de papá, nos despertó en las primeras mañanas un pájaro que cantaba incansablemente, parado en las ramas del arbol más cercano a nuestro dormitorio.
Pero el sexto día no cantó y mamá lo echo de menos.
- ¿Qué le habrá pasado al pajarito, que hoy no ha cantado?
Teresa abrió los ojos, se sentó en la cama y, desde allí, dijo:
- Yo creo que se le acabaron las pilas.

De "Mi mamá es más bonita que la tuya".
Armando José Sequera

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