sábado, 9 de diciembre de 2006

Otra de LAN Chile


Por David Malave
15 de octubre, 2006

Queridos amigos, conocidos y afines: les escribo esta carta a fin de hacer uso de la tecnología para influir si es que el común e ingenuo ciudadano tiene alguna influencia en este mundo de corporaciones que dominan nuestras vidas cotidianas, a fin de notificarles la plasta de m.... que es la aerolínea LAN, heredera del fascismo y autoritarismo de Pinochet, de seguro.

Acudí a un maravilloso congreso en un hermosísimo país, llamado Perú al cual recomiendo a todos que visiten si aun no lo han hecho. Desde Caracas, la opción de vuelo directo era LAN o Taca. Opte por LAN, craso error.

Cuando abordamos en Caracas, mi mujer Artemisa y yo, no se nos requirió otro documento distinto al pasaporte vigente. Una vez culminado el encuentro y presentadas mis ponencias, terminamos nuestro viaje de diez días por la cultural y gastronómicamente suprema Lima, el ilustrísimo Cusco y los misterios del Valle Sagrado de los Incas y Machu Pichu. La verdad que el pueblo peruano es admirable, educadísimo y muy orgulloso de su herencia cultural e histórica. Mientras Venezuela se hunde en un abismo, el Perú parece estar viviendo un renacimiento económico y cultural, salvo por la plasta de atención que ofrece LAN.

Hoy cuando acudimos al aeropuerto con tres horas de antelación, la empleada nos informa, que para viajar a Venezuela, necesitamos ser vacunados contra la fiebre amarilla. Cosa que no nos informo ni la línea aérea, ni los empleados al salir de Caracas, ni a mi, ni a Michi, ni a los otros cuatro psicoanalistas que viajaron con nosotros. Ingresamos al Perú sin traba alguna.

Pero hoy se les ocurre que como hemos pasado mas de siete días, diez para ser precisos, muy probablemente hemos sido expuestos al mosquito vector y debemos ser vacunados. Como no, aceptamos a pesar de la molestia que esta vacuna ofrece. Particularmente porque están a punto de nacer los nietos de Artemisa y porque yo tengo que asistir a mis pacientes.

Acudimos a sanidad aérea, como nos lo indicaron los antipatiquísimos empleados, soberbios, arrogantes, contestones y mal educados como les juro que nunca había encontrado en un counter de aeropuerto, ni en el peor momento de la crisis generada por los eventos de Nueva York del 2001. Por supuesto allí no había la vacuna, no sólo que no la había, sino que la colega peruana me hizo notar que se trataba de un absurdo por cuanto para inmunizarnos debían transcurrir al menos diez días, sino éramos igualmente contagiosos al llegar a Venezuela. No solo esto es absurdo, sino que la zona endémica es Venezuela, no el Perú, en todo caso debía haberse exigido la vacunación al salir de Caracas y no de Lima.

Fueron tan animales que nos mandaron a un hospital en Callao a vacunarnos bajo la promesa de aguardarnos hasta cierta hora 1200 meridien, el vuelo partía a las 12 30pm. Emprendimos la excursión a la caza de la inmunización junto con otras victimas venezolanas, sin ayuda para el transporte ni mayores orientaciones, sino las dadas por un par de taxistas, muy nobles por demás que a parte de servirnos de ambulancia ruleteada de hospital en hospital, nos consiguieron el cambio necesario para comprar las vacunas, nos protegieron en nuestro tour por las barriadas limeñas y en honor a la verdad nos hicieron reír.

Por supuesto en ningún hospital del Callao sugerido por los "eficientes" empleados de LAN había la vacuna, para la hora que en un barrio de Lima logramos vacunarnos ya el avión había salido, eso era de esperarse.

Pero el colmo fue cuando al volver, se sintieron "abusados" porque les exigí nos devolvieran las maletas ya que nos obligan por escasez de asientos a permanecer en Lima hasta el lunes o martes. Pretendían que sobreviviéramos con la misma muda de ropa hasta entonces. ¡¡¡Ni que fuéramos franceses!!!

Como si fuera poco dejarnos esperando una hora más por las maletas, tengo que hacer una cola para reservar el nuevo viaje y no contentos con lo hasta ese momento hecho, me dicen que debo cancelar una penalidad de 100usd cada uno por haber perdido el vuelo por nuestra irresponsabilidad, que graciosamente soy libre de hacerlo en ese momento o el lunes o el martes.

Cuando al fin luego de británica compostura, se me salio el trópico venezolano y les grite sus cuatro vainas, mas se ofendieron y osaron gritarme y llamar a la policía, que gracias a nuestros héroes taxistas terminaron dándome la razón a mi, un extranjero, insistiendo el cuerpo policial, en que denunciara a la aerolínea, pero con la advertencia de que al igual que en el resto de nuestra triste América Latina, no llegaría a ningún lado mi justa queja. ¡Al menos se negaron a reprimirme ! Es mas le dijeron a los gerentes de LAN y a sus empleados que eran unos groseros con un visitante, y que afectaban el negocio mas rentable del Perú, su turismo.

Total me encuentro atrapado en Lima, comiendo rico pero pasando frío, gracias al malestar que genera la vacuna.

Ruego a ustedes tomar las previsiones del caso, preguntar si nos tenemos que vacunar será contra la pava siríaca que el mandatario nacional ha vertido sobre nuestra nación, porque no deja de parecerme plausible que ciertos malos tratos que empezamos a recibir en el mundo, se deban a ciertas construcciones militares en las fronteras de Bolivia con Chile, Perú, etc.

En todo caso sépase que LAN, a pesar de su tan cacareada eficiencia y puntualidad no sólo es una mierda, sino que le meten a la estafa o al metafóricamente llamado paquete chileno. ¡Qué pena aquellos tiempos pasados y gloriosos! En que teníamos aerolínea bandera, tan calida de hermoso color naranja.
Bien nos lo merecemos por no haber querido a tiempo a nuestro país, pero por favor si me estiman den algo hagan circular esta novedad entre sus conocidos y amistades a ver si algún empresario venezolano asume con seriedad el reto de lanzar una línea aérea que le ronque en los motores a tantos chapuceros, que se aprovechan de la ausencia de competencia.

Saludos David Malave
P.S.
Forward this message please to every body...gracias

viernes, 8 de diciembre de 2006

Campaña de Abrazos Gratis (musica: sick puppies)

¡Por el Día Mundial del Abrazo!
Gracias Alma, por este regalo inspirador.

jueves, 7 de diciembre de 2006

Emily Dickinson


Si evito que un corazón se rompa,
no habré vivido en vano;
si mitigo el dolor de una vida,
o alivio un sufrimiento,
o llevo de nuevo al nido
a un pajarito herido,
no habré vivido en vano.

miércoles, 6 de diciembre de 2006

Emociones


Hoy fue el gran día. Nos levantamos temprano para organizar la carga de las numerosas y voluminosas bolsas de regalos en dos camionetas y dirigirnos hacia La Rinconada, Sector El Bosque, a la Casa Hogar Fundasamaritanos.
El tráfico nos fue relativamente benigno y llegamos a buena hora.

Muchas niñas y algunos niños nos estaban esperando con ansia, habían hecho su tarea: escribir y dibujar mensajes de agradecimiento y de Feliz Navidad en bellas tarjetas y ahora esperaban recibir sus regalos, juguetes, ropita y chucherías, que unos 30 generosos amigos regalaron o contribuyeron a comprar.

"Feliz Navidad, gasia por la fiesta de navidad y por los regalos que dios lo vendiga" Yoli (8)
"Muchas gracias por los regalos que nos ha dado porque como usted sabe a nos sotras nos da mucha emoción" Ginet (12).
"Señor y Señora Primero que todo gracias por los regalos y por todo O.K. y que todo sele multiplique con paz y amor" Jaily (9).
"Gracias por Compartir con nosotras"
"Te quiero" Irian (7).
" le queremos dar gracias porque nos izo pasar un día agradable y que dios se lo multiplique" Dani (9).
"yo la niña angelica le doy gracias por los regalos y con un gran cariño que se va a sembrar en nuestros corazon..." (12)

Las sonrisas infantiles y el corre-corre emocionado llenaban el patio del lugar, que está muy bien organizado y atendido por 10 personas entre personal y voluntarios.

En otra ala de la edificación funciona un ancianato, que alberga unas 20 abuelas, la mayor de las cuales cuenta con ¡103 AÑOS! y está tan bien que no lo podía creer-muéstrame la cedula abuelita-le dije en broma, y salió corriendo (literalmente) a buscarla, y como no la encontró a la primera comenzó a angustiarse-como que me empieza a fallar la memoria-dijo seria. Al rato se me acercó con la cedula en la mano ¡nació en el 1903! Y ella también quería un regalo: una muñeca, para dormir con ella. (Esa misma tarde se la hicimos llegar; nos cuentan que la abrazó con gran emoción)

Finalmente llegó el momento de la entrega, todos adentro, muy obedientes y ordenados.
Abby (2), Roilyn (4), Viviana (5), Rixmary (5), Daniela (5), Dennis (7), Cristhian (7), Yeraldin (7), Kesbyl (6), Danny (9), Dayana (12), etc. etc. fuimos llamando y entregando los paquetes uno por uno.

Ya hacia el final quedaban pocos y Génesis de 6 añitos se angustiaba más y más-¿y el mío?¿y el mío?-repetía acercándose y jalándome del pantalón, mientras sus amiguitas sentadas en el piso abrían sus regalos y armaban una algarabía.
Y el último fue el de Génesis, un paquete más grande que ella, lo agarró con fuerza y se lo apretó al pecho, sonriendo de oreja a oreja.

Ángela (6) estaba privada de la emoción por su ropita-es mía, es mía- eran las únicas palabras que podía pronunciar; no sabía si llorar o reír, la emoción era demasiado grande para su pequeñez.

Danny buscaba ayuda para ponerle las pilas a su carrito de control remoto.
Yeraldin compartía los auriculares de su Discman.
Cristhian se puso sus zapatos deportivos nuevos y los exhibía muy orgulloso.

Erika (5) pasó el resto del tiempo abrazando y alimentando a su "bebe querido".

Fue impresionante ver el espíritu maternal de esas niñas abandonadas y abusadas.

Las emociones impregnaron el ambiente.
Todo era risa y alegría y todo salió a la perfección, sólo hubo que cambiar un juguete a una niña, por cosas del azar, y por el mismo azar pudimos hacerlo allí mismo.
Al final hubo cantos, torta de cumpleaños y refresco para los niños.

Fue una mañana de emociones encontradas, risas en los labios y lágrimas en la garganta.

(Más fotos en la columna lateral: Casa Hogar Fundasamaritanos)

martes, 5 de diciembre de 2006

El nudo del diablo (I)


Eloi Yagüe

(Primera parte, I)
Ella tenía un océano en sus ojos ya cansados de mirar. Había venido de la costa mediterránea trayendo perfume a hebras de azafrán, aromas de azahar y naranjas, olor de huerta florecida. tiempo hace de eso. Vino porque la trajeron a estas tierras requemadas por un sol implacable, como el que calcina su país en verano. Dejó atrás todo, hasta las llaves de la gran casa que echó al mar sin poder evitar una lágrima. Pero si había sobrevivido a tres guerras-dos mundiales y una civil-y a otros muchos avatares, no tenía ya nada que temer.

Yo era niño entonces, pero aún la recuerdo. En verdad nunca la olvidaré. me gustaba entrar a su cuarto, el más alejado de la casa, concebido originalmente como habitación de servicio. Lo hacía mientras ella estaba en la cocina y el sonido de las ollas y el chorro de agua cayendo garantizaban que podía fisgonear sin contratiempos ni sobresaltos.

El reciento siempre me había parecido un lugar misteriosos porque era oscuro, y la penumbra sólo se veía cuando era matizada por la débil llama de un velón encendido bajo una estampa de las ánimas benditas del Purgatorio. Me asombraba el silencio imperante en la pieza. Los ruidos de la ciudad apenas llegaban y, con un pequeño esfuerzo, podía imaginar que me encontraba en una casa de campo.

El sitio estaba lleno de olores penetrantes a fricciones mentoladas, ungüentos alcanforados y medicinas diversas que guardaba en el cajón de su mesita de noche. Me gustaba abrirlo para sacar algunas cosas que allá había: un tarro de vaselina perfumada, un frasco de pasiflorita, que utilizaba para calmar los nervios cada vez que alguien en la casa cogía un disgusto, una botellita de “Agua del Carmen”, elixir de uso interno y externo, medicamento de extractos vegetales medicinales y aromáticos. Los nombres de sus componentes me fascinaban: melisa, manzanilla, hierba Luisa, flor de tila, semilla de coriandro, corteza de naranjilla, canela de Ceilán, raíz angélica, nuez moscada e hisopo. Cuando acercaba la nariz a la botella, la exquisitez del perfume me transportaba hacia otras geografías. Hacia países lejanos donde existe la nieve.

Otra cosa que me llamaba poderosamente la atención era una caja rectangular de cartón, colocada en un estante elevado, de tal manera que para alcanzarla debía subirme a una silla. La caja estaba llena de fotografías, algunas tan antiguas que eran de color sepia y por detrás tenían impreso un cuadrito para colocar sellos, como si fueran tarjetas postales. En unas reconocía a mi abuela cuando era joven. En otras, a mi tía llevando de la mano a mi madre cuando apenas empezaba a caminar. Había fotos de grupos de soldados, correspondientes a diversas épocas. En las más viejas yo sabía que estaba mi abuelo, aunque no lo ubicaba entre tantos compañeros de armas porque todos parecían iguales, con los mismos mostachos den forma de manubrio de bicicleta.

En otras más recientes distinguía a mi padre, bastante lampiño y con uniforme de marino, con gorra de plato y todo. Me gustaba en especial una en que aparecían mi padre y mi madre de novios, caminando por las ramblas de una ciudad mediterránea, tomados de las manos. Y aquella donde yo aparecía de meses, trepado en los brazos de Alberto, mi tío inválido. Me resultaba extraño saber que todos ellos -mi padre, mi abuelo paterno, mi abuelos materno, mi tío y hasta el novio de mi tía- habían muerto ya. A los siete años yo era el único varón de una familia sin hombres.

En ese momento ella me llamaba a almorzar y yo guardaba apresuradamente todas las fotos, como si estuviera haciendo algo malo, porque me gustaba sentir que llevaba a cabo acciones prohibidas aunque no fuera cierto.

Por las noches, cuando terminaba mis tareas, iba de nuevo a su cuarto a ver televisión con ella. Después de la novela, la apagaba y se ponía a rezar un rosario, con los ojos cerrados, y una sarta de cuentas negras y brillantes en sus manos. En ocasiones, me quedaba dormido sobre su cama oyendo el suave siseo de sus labios y el roce de los abalorios. A veces la atacaba el asma mientras rezaba y de su pecho salía un pitido de ahogo, que sólo se calmaba después de aplicarse un inhalador en la boca.

(Continua…)

Nota:
Eloi y yo nos conocimos a inicios de los '80, es decir el siglo pasado, aprendiendo a hacer cine en los exitosos Talleres del Conac de aquél entonces. Eloi siempre orientado a la escritura, en ese caso de guiones. En cambio a mi me encantaba la dirección cinematográfica (y no sólo), y me sigue encantando. Fueron años de experiencias muy enriquecedoras.

Después Eloi y yo nos perdimos la pista por muchos años, hasta reencontrarnos como cuñados hace algún tiempo.

Este bello cuento, editado por Playco Editores, forma parte de su libro "El nudo del diablo y otros cuentos asombrosos", escrito para jóvenes de 12 años en adelante.
En los días siguientes publicaré la continuación y el final de “El nudo del diab
lo”.

lunes, 4 de diciembre de 2006

LAN Chile: de lo sublime a lo ridículo


Lunes 27/11/2006, 3.00 a.m.
¡¡RIINNGGG!!¡¡RIINGGG!!¡¡EL DESPERTADOR!!!
Nos toca madrugar, pero vale la pena-me digo- LAN es una buena línea, probablemente tiene la mejor relación precio-calidad en esta ruta.
Al menos eso creía y así lo escribí en la evaluación que me solicitaron a bordo a la ida.

GRAN DESAGRADABLE SORPRESA a la llegada al aeropuerto a las 4:00 a.m. Resultó que el vuelo (LAN 561) previsto en mi e-ticket para las 6:30 a.m., en realidad tenía como horario de salida ¡las 9:30 a.m.!

Los numerosos pasajeros que estábamos chequeando temprano nos enteramos, asombrados, del "nuevo" horario, que según alguien del personal de tierra de LAN supuestamente ya tenía meses de implantado, según otros era desde el 31 de Octubre por el cambio de hora en los EEUU, a bordo la Jefa de Cabina (Paula Werth) aseguró que el problema era la pista del aeropuerto de Maiquetía (¿?).
En definitiva nadie en LAN explicó claramente la razón de esta situación, y la oficina de Caracas a quién mi agencia de viaje también requirió información, no ha respondido aún.

Unos días antes había llamado por teléfono a LAN para reconfirmar el vuelo; no pude hablar con nadie, solo atienden con mensajes grabados, y uno dice: “En LAN no necesita reconfirmar su vuelo” (¿¡!?), ninguno anunciaba el cambio del horario del vuelo en cuestión.

Lo peor para una línea aérea es, sin duda, perder la confianza del publico en relación a la seguridad,
lo Segundo peor es perder la confiabilidad, como lo ha hecho LAN Chile en este caso, al no ser confiable en cuanto al horarios de sus vuelos,
y lo Tercero es perder la imagen de servicio por la pésima reacción de su personal al atender los justos reclamos de los clientes, como también lo hizo LAN Chile en esta ocasión.
Logró 2 de 3 fallas mayores en unas horas. Mal record.

Lo más desagradable fue el "supervisor" de LAN Chile en el chequeo del aeropuerto de Miami, Maximiliano Arratia. Al atender mi reclamo se comportó de manera agresiva (se me "encimó" físicamente, amenazante), retadora (gritó su nombre cuando se lo pedí, retándome a reportarlo) y grosera (cuando le sugerí que LAN debía compensar su falla de alguna manera, ofreciendo millas o no cobrando el exceso de equipaje-en mi caso 50$- respondió altanero que LAN Chile no era responsable por el sobrepeso de mis maletas (que de paso era de menos de 10 Kg. entre 2 personas, por error de información de mi agencia de viajes).
Lo único que este señor ofreció fue un desayuno…

¿Cómo compensa LAN Chile por las 3 horas perdidas y los inconvenientes causados?
¿Quién asume las consecuencias? ¿Los pasajeros?

Veremos si alguien de LAN Chile da la cara. Les estoy enviando este reclamo por correo electrónico a Customer Relations: ccentercs@lanchile.cl y servicioalcliente@lan.com

También escribí y entregué a bordo el reclamo, Reporte Nº 38858 (lo cual al parecer no le gustó mucho a la jefa de cabina, quien también tuvo una actitud poco profesional; cuando le solicité el formato para la evaluación pasó de inmediato a la defensiva).

Es una lastima que lo que construyen con las manos lo desbaraten con los pies.
Construir una buena reputación e imagen requieren de muchos años de trabajo constante, consistente y de calidad. Destruirla y perder la confianza puede tardar sólo pocos minutos.

Este tipo de errores graves (el "cambio" de horario de un vuelo sin notificación oportuna) deberían costarle caro a las líneas aéreas, con penalidades y multas severas y compensaciones para los clientes.
Así como para los retrasos considerables, la sobreventa de boletos y la perdida del equipaje.

Algunas líneas y países ya aplican compensaciones y/o penalidades. ¿Será que en Latino América se aplicarán algún día? ¿Será que los servicio latinos llegarán a tener la confiabilidad necesaria para competir en mercados globales?

Queda como consuelo, que tratándose de líneas aéreas, los problemas siempre pueden ser peores.
En otra ocasión les contaré los percances de unos amigos, siempre con LAN, esta vez en Lima, Perú.
No se lo pierdan…

domingo, 3 de diciembre de 2006

cuchillo

De Rafael García Casanova,








caen
los instantes...

como rodajas

ante el cuchillo
del tiempo





los segundos
cortan
los minutos


los minutos
las horas

las horas
los días

los dias
las semanas

las semanas
los meses

los meses
los años

los años
los siglos...




y no hay cuchillo
en el tiempo

el tiempo
es enterizo




el cuchillo
soy yo...




Poema regalo de mi amigo el poeta Rafal García Casanova en ocasión del primer cumplemes de este blog.
Gracias Mil.