sábado, 2 de diciembre de 2006

Infarto fatal


Morir de infarto...la mejor manera de irse, de repente, sin largas y penosas despedidas.
Ya que no hay forma de aceptar con naturalidad la idea de la propia muerte, por más que sepamos que es inevitable o tengamos el tiempo para prepararnos para el paso final, es mejor irse de golpe, sin sufrir, ni tener tiempo o conciencia para procesar lo que pasa.

Ciao, bye, adiós, hasta nunca.

Aunque el dolor sea de quienes se quedan; pero ellos siguen vivos y con tiempo podrán procesarlo.

Así se fue ayer, sin saludar, Rafael, el hermano mayor de mi muy querida amiga Ileana, quien me comenta que esa era el final deseado por su hermano: "La muerte de los amados por los dioses".

Quizás no a esa edad, pero no siempre puedes obtener todo lo que quieres.
(Como dicen los Rolling Stone, en su tremenda canción: "You can't always get what you want", que escucho mientras escribo...).

Qué descanse en paz.


Así me gustaría partir a mi... de un infarto durmiendo, después del año 2040... ser incinerado..y que se amenice el momento con canciones de los Beatles, Celia Cruz, Soledad Bravo y Simón Díaz.
¡Vaya mezcla caballero!

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