jueves, 26 de octubre de 2006

Atrevete: Rosales VICE-PRESIDENTE


¿Cuál deben ser los objetivos de la oposición?
Dos, en orden de importancia: 1) Construir un MURO DE CONTENCIÓN lo más alto y sólido posible, un dique enorme que detenga, de una vez por todas, las intenciones totalitarias y 2) elegir a Rosales como Presidente de todos los venezolanos.

Bajo esta perspectiva la oposición ya está en vías de ganar su objetivo prioritario; el dique se ha comenzado a construir, sólo falta demostrar que no se derrumbará si no se ganan las elecciones del 3 de Diciembre.

Para ser exitosos hay que establecer de antemano los indicadores con los cuales medir el éxito. Ganar la contienda electoral no es la única manera de ser exitosos; el nuevo liderazgo de la oposición parece tenerlo claro, mas no así muchos de sus seguidores. En otra palabras, llegar segundo en este caso no es una derrota, si el objetivo primordial es ponerle un parado firme y contundente a las pretensiones hegemónicas.

El volumen de votos debe ser tan grande que aún perdiendo, el resultado se convierta en un triunfo y transforme la eventual "victoria” roja, en una derrota real, que impida seguir "gobernando" hacia el "mar de la felicidad". Que convierta a Manuel Rosales en Vice-Presidente de facto (si es que no gana). En un contra-poder con fuerza para imponer condiciones y restricciones a la “revolución” debilitada y marchita.

Se imaginan al tipo obligado a recular (como lo hemos visto hacer muy bien, en varias ocasiones) con una oposición poderosa con Rosales a la cabeza. No lo va a nombrar Vice-Presidente, pero puede verse obligado a negociar muchas cosas, desde la composición de la Asamblea hasta Ministerios clave, si quiere mantener a flote el barco que se estará hundiendo, con todas las ratas saltando para salvarse.
Tan es así, que el temor que en estos días demuestran tener los partidarios rojos, no es sólo a perder, sino a ganar “ de vainita”.

El peligro real para la oposición es que quienes voten por Rosales lo hagan pensando que el único resultado válido es ganar. El riesgo es que el ánimo opositor se derrumbe (como lo hizo después del Revocatorio) si Rosales llega segundo así sea a menos del 10% de diferencia, lo cual, repito, sería un éxito contundente por la magnitud del muro de contención que significaría esa votación.
Este parece ser (hoy) el escenario más probable, sin descartar la posibilidad de una victoria de Manuel Rosales, por las claras señales que indican que la tortilla puede voltearse.

¿Qué hacer para evitar que la fuerza opositora, al desbandarse si no gana, derrumbe el dique que sin duda logrará construir el 3 de diciembre?

Responder esta pregunta y consolidar su fuerza, es la gran tarea del liderazgo opositor.
Eso es lo que hace un líder, mantiene a su gente motivada en todas las circunstancias, conciente de los logros alcanzados y enfocada en la visión de largo alcance, más allá del corto plazo.

Lo complejo es hacerlo en medio de una contienda electoral; es difícil trasmitir el mensaje “ganamos así sea perdiendo”, cuando se están buscando votos. Lo que no es difícil es evitar el triunfalismo y los mensajes que comunican una definición errada del éxito.

La campaña de Rosales, si bien ha sido excelente, (de hecho logró que las elecciones sean reñidas), a veces parece no cuidar el sutil equilibrio requerido para mantener su fuerza después del 3 de Diciembre, independientemente del resultado.

La oposición ya tiene asegurada, como mínimo, la Vice-Presidencia de facto para Manuel Rosales; que la posición ganada por la fuerza acumulada, no la pierda si no gana la Presidencia.

http://www.atrevetevenezuela.com/

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No entiendo de donde sale tu tesis de que se elevaría un muro de contención
en caso de perder por poquito. ¿Eso es así y punto? Todo el escrito parte de
esa máxima que no se de donde sale ni cuales son los antecedentes. Chávez ha
demostrado no tener ningún tipo de escrúpulos para destrozar a la
disidencia, de cualquier tipo. Para él no vale nada el derrotado, así sea
por un voto. Lo vemos con los presos políticos, con la inhabilitación a los
alcaldes Capriles y López, lo que pasó con Salas Feo, con Peña, con Lupi,
los policías metropolitanos. Para Chávez, los derrotados no valen nada y ha
demostrado que es capaz de hacer fiesta con los cadáveres, y logra su
objetivo. ¿Quién defiende o ni siquiera se acuerda de Peña, de Salas Feo, de
Lupi, de los policías metropolitanos? Pisa a los derrotados como cucarachas.
Creo que piensas que es como tu, que respetarías a un adversario que te
llegue cerca y hasta lo nombrarías vicepresidente para pacificar al país.
Este tipo es diferente. No tiene escrúpulos, es audaz, no mide los contra.
Creo que deberías fundamentar la tesis de que perdiendo por poco, se gana
algo.

Rusty

Christian Burgazzi dijo...

Querido Rusty,
gracias por tu comentario, me parece muy sesudo, pero incorrecto.

En primer lugar no planteo que perdiendo por poco se levantaría (automáticamente) un muro de contención, sino que PUEDE levantarse SI la oposición no se derrumba después de perder, habiendo acumulado tanta fuerza en los últimos meses (de hecho perder por poco es una increible demostración de fuerza, en relación a lo que era la oposición hace apenas 6 meses).

Y que esa es la labor de los líderes de la oposición: DEBE construir y consolidar esa resistencia, para el largo plazo, más allá del resultado de diciembre.

En segundo lugar, partes de la premisa que el tipo es invencible y todopoderoso; el hecho que no tenga escrúpulos y que tenga ganas de destruir a todo enemigo, así le gane por un voto, no implica que PUEDA hacerlo.

Las intenciones no preñan.
De hecho, la evidencia más obvia de que no es tan poderoso y que se frena y recula cuando encuentra resistencia, es que hasta ahora no ha podido hacer todo lo que ha querido y que ha reculado varias veces; ha amenazado de palabra mucho más de lo que ha logrado hacer para avanzar hacia su socialismo.
Fidel 8 años después de la revolución había acabado con todo.

Este tipo sólo ha avanzado ante la debilidad del enemigo, no ante quienes que se le enfrentan con fuerza, de hecho antes estos huye, como lo ha hecho.
Es un animal político y prefiere mantener el poder y "adaptarse" a las circunstancia.
Mapurite sabe a quien pea.

Esa es la dinámica de la política, un choque de poder, y ahora hay dos en el ring, y el otro no es mocho.

Una oposición que no se desinfle si pierde (ni por poco, ni por mucho) es la única garantía de resistencia que tenemos.
La pelea es peleando, no dándosela ganada al enemigo de antemano.

Y del lado de los líderes de la oposición hay buenos fajadores que parecen haber aprendido. El tiempo ha pasado y las lecciones se van asimilando, la fuerza de hoy es mayor que la del pasado (los ejemplos que propones ya son historia pasada, fueron avances represivos ante momentos de debilidad y derrotismo).

Sólo falta que la masa opositora también haya aprendido y no se rindan por las batallas perdidas, en una guerra a largo plazo, que apenas comienza.
Que no se desanime y salga corriendo en masa para Miami.

Dependerá de los líderes opositores que no se derrumbe el dique que han venido levantando y no de las ganas del otro de tumbarlo.
Saludos